A mi medalla.
Llevamos juntos casi un cuarto de siglo
Fiel compañera de procesión, de cansancio y orgullo
Y parece que fue ayer
Tan pequeña, tan ligera
Tan importante.
Recuerdo el día que nos unieron
Un compromiso entre tú y yo
No comprendido en toda su magnitud al principio
Pero patente al paso de los años
Recuerdo aquel día, con especial añoranza,
Día de comunión, de procesión, de iniciación
Recuerdo el momento en que abrazaste mi cuello
Y abarcaste todo mi ser, ... tú y yo,
con ese entrelazado blanco y amarillo.
Ese lazo que entrelazó mi vida
De amarillo y blanco
Acuérdate de aquella procesión,
cualquier procesión
de nervios inmisericordes, de calor sofocante
de compromiso mutuo, de respeto callejero.
Acuérdate de Santa Mónica
y sus vía-crucis de frío y recogimiento,
o Latassa con su pregón
acuérdate de la curva de la calle Alfonso,
repleta, con lento caminar
acuérdate de Dormer y La Seo
de Goya y su puesta en escena.
Y como no
Manifestación,
El penúltimo esfuerzo, el penúltimo suspiro
Cuanto hemos pasado y aún no hemos llegado
Falta algo
Falta el final,
falta San Cayetano y su sonido
Plaza vacía y rutinaria
Pero llena de color, sonido y emoción anual.
Alguna lágrima derramé y cayó en el interior de tu copa....
plaza de lágrimas, abrazos, cansancio y bocadillo.
Pero siempre falta algo,
Falta el año que viene
Y siempre es así,
no es un final completo
Justo cuando terminamos ya estamos empezando.
Caminamos juntos
Tú y yo
Año a año
Y de momento ya son veinticinco
¿Cuando llegaremos?
J.s.m